Leer es más que repetir en voz alta las palabras que desciframos con la vista. Implica comprender lo que se lee. Esta destreza es aprendida; esto quiere decir que, como maestros, debemos dedicar tiempo a la enseñanza y evaluación de la lectura. Para lograr este aprendizaje es muy importante la fluidez en la decodificación.
Como se anotó en el módulo I, para aprender a leer, los estudiantes parten del lenguaje oral. Cuando hablan, los estudiantes se expresan mediante enunciados y comprenden la estructura de las historias, entre otros aprendizajes necesarios para la lectura. También es la base para el desarrollo de la conciencia fonológica que lleva al principio alfabético.
Cuando se enseña el principio alfabético, los docentes deben considerar diversas variables como la frecuencia de los sonidos, las sílabas y las palabras. También es conveniente que definan una secuencia didáctica para la enseñanza de cada letra y una metodología adecuada para introducirlas. El principio alfabético debe aprenderse porque este permite decodificar los textos.
La decodificación debe ser fluida; esto quiere decir que debe reunir ciertos criterios que permitan a los estudiantes comprender lo que leen. En este módulo abordaremos la decodificación con fluidez.