La obra está compuesta por diez narraciones que el autor denomina leyendas. Asturias recrea el proceso de generación de leyendas como una forma estética. Es decir, no toma leyendas de la tradición oral y las transforma en narraciones de carácter literario: crea sus propias leyendas. Con relación al cuento que da nombre al volumen, el escritor guatemalteco Méndez Vides, señala: “Este cuento es un fino ejemplo que deberían utilizar los maestros de todo el país para la formación literaria de sus alumnos”.