Jorge Isaacs
En efecto, la historia de los amores entre María y Efraín, que Isaacs dio a la imprenta en 1867 bajo el título de María, había alcanzado las cincuenta ediciones antes de que finalizara el siglo XIX, y, desde entonces, sus lectores no han dejado de crecer, Subyugados por la sobria prosa del novelista colombiano, por el conmovedor tono de su relato, por los valores encarnados por sus jóvenes héroes sentimentales, unidos en un afecto idílico sin otros tintes que los de un romanticismo natural, casi salvaje, al que ponen marco los grandiosos paisajes de los trópicos americanos y las reivindicaciones de un primitivismo noble e inocente. Buscador incansable del paraíso, Isaacs quiso proyectar en su obra un espacio donde cupiera la belleza, la sensualidad y la pasión, pero en el que no podían estar ausentes, sin embargo, el dolor y la muerte, la nostalgia y el sufrimiento emocional, como en toda experiencia de vida auténtica.