Hoy en día, con tan solo escribir unas letras en el buscador, cualquier estudiante puede acceder a definiciones, sinónimos y explicaciones de manera inmediata. Sin embargo, esta facilidad ha desplazado el uso del diccionario tradicional, una herramienta poderosa no solo para consultar palabras, sino para desarrollar habilidades del pensamiento.

Lejos de estar obsoleto, el diccionario —ya sea físico o digital— puede ser un recurso didáctico fundamental para enriquecer el lenguaje, ampliar el vocabulario y fortalecer procesos como la memoria, la organización mental y la agilidad cognitiva.

Enseñar a usar el diccionario no es solo enseñar a buscar una palabra: es enseñar a pensar. Requiere atención, selección, interpretación y organización de la información. Estas acciones, repetidas y guiadas, fortalecen la fluidez verbal y mejoran la comprensión lectora y la expresión oral y escrita.

En la era digital, es más necesario que nunca volver a enseñar el valor de las palabras y el modo de encontrarlas, ya que muchas veces el acceso rápido a la información no garantiza comprensión ni pensamiento crítico.

5 consejos para usar el diccionario como recurso activo en el aula

Juego de palabras ocultas. Entrega definiciones y desafía a tus estudiantes a encontrar la palabra correcta en el menor tiempo posible. Ideal para activar el vocabulario.
Búsqueda de pistas. Crea una pequeña actividad como “Encontrar el tesoro” con definiciones encadenadas que los lleven de una palabra a otra, promoviendo la exploración del diccionario.
El reto de la palabra del día. Cada estudiante debe buscar una palabra nueva en el diccionario, presentarla al grupo y proponer una frase. Es una manera sencilla de enriquecer el vocabulario.
Historias con diccionario. Usa una serie de palabras aleatorias tomadas del diccionario y propón a los estudiantes escribir una historia que las incluya. Trabajas creatividad y coherencia textual.
Diccionario en grupo. Divide al grupo en equipos y asigna un número determinado de palabras por día para investigar, clasificar y presentar por categorías (verbos, sustantivos, tecnicismos…).

Revalorizar el diccionario en la era digital no es volver al pasado, sino rescatar un recurso que puede ser poderoso si se utiliza con creatividad y sentido pedagógico. Con su uso intencionado, desarrollamos habilidades clave para la comprensión, la expresión y el pensamiento flexible. Enseñar a buscar una palabra es también enseñar a reflexionar, a interpretar y a construir significado. En nuestras manos está que los estudiantes descubran que el diccionario es mucho más que una lista de definiciones: es una puerta al pensamiento claro y profundo.

El mejor salvavidas para navegar seguro, siempre será un diccionario.

Licda. Ericka Gabriela Ortíz