Del impacto de las nuevas tecnologías y de los recientes desarrollos teóricos sobre cómo el cerebro aprende han resultado ideas, metodologías y formas de pensar originales sobre la enseñanza y el aprendizaje. Esto es cierto para lo que se refiere a la enseñanza de la lectura y la escritura.
En los tiempos actuales, ¿cuáles son esos modos de leer y escribir necesarios de introducir en la escuela?, ¿qué quiere decir “leer y escribir bien? Esbocemos algunas propuestas: La lectura no puede concebirse como un proceso de descifrar símbolos o repetir contenidos; y la escritura no consiste en “volcar las ideas sobre el papel”.
En la actualidad, se nos han presentado dos procesos altamente transformadores. Por una parte, las innovaciones tecnológicas recientes (a partir de 1974), vinculadas al Internet; y, por otra, los nuevos estudios cognitivos (a partir de los años de 1980 y 1990) sobre cómo los seres humanos aprendemos. Ambos procesos han comenzado a generar didácticas renovadas de la lectura y la escritura. En todo caso, recordemos que estas deben constituir una experiencia significativa, una construcción de sentido, se lleve a cabo con o sin pantallas.
Irene Piedrasanta